miércoles, 2 de julio de 2008

Cuánto

Pero cuánto de menos te echo…
Acostumbrada a ver tu carita todos los días,
ahora, por circunstancias varias de la vida
(que algún día entenderás), no puedo verla en mi tablón.

Tengo que resignarme a tenerte delante
solamente cada muchos días.
Y cada vez que veo una foto nueva de las tuyas,
no puedo evitar sonreírme por el sentimiento
tan especial que me provoca el ver, que ese bello proceso
que es "crecer", también te tiene a ti en cuenta.
Creces mucho y deprisa, por momentos,
y a veces me pongo triste y me da miedo pensar
que no estaré presente en todos y cada uno de ellos.
Pero seguidamente mi rostro cambia a alegría, porque sé

que cada próxima vez que te vea, serás aún mayor.
Cada vez usarás más palabras y gestos nuevos,
y llegará el día en que estemos juntos hablando
y me comentes lo que pasa por tu cabecita.
Pero ahora, cuánto de menos te echo…

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