Estuvimos en el hospital más tiempo del normal porque perdiste más peso del esperado en un recien nacido; más del 10 % del peso al nacer. Pensábamos que comías bien,pero resultó que no,que nos engañaste a todos con ese rabillo de leche que te corria por la comisura de tus labios tan pequeños.Fue la enfermera que se parecía a Carola ,decidida y sabiendo lo que hacía, la que decidió que debías comer fuera como fuera.Y te dimos leche en el vasito,"leche de oro" de tu madre que pasaba ratos larguísimos para conseguirla con la bomba de succión mezclada con leche preparada.En España todos nos preguntaban si aquí no había biberones.
Ahora comes mucho,y bebes la leche en grandes cantidades,al despertarte,al dormirte,comiendo enla guardería.
Parece increible,quería retener cada momento en mis ojos,no olvidarte jamas la carita,ni las manos ni el llanto y sin embargo...Lo que no olvidaré jamás es el recuerdo de lo sentido.Podré no recordar tu cara pero no podré olvidar lo pequeñito que te siento cuando te tengo en los brazos.
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